Friday, July 01, 2005

Saiko:

El Rock de la Redencion

"Yo empecé a sentir que en La Ley no se me estaba escuchando". El tecladista Rodrigo "Coti" Aboitiz hace una pausa antes de seguir recordando algunos de los motivos que lo hicieron abandonar la agrupación pop nacional hace un año.
Aboitiz es flanqueado por sus colegas en Saiko: la cantante Denisse Malebrán, el tecladista y saxofonista Iván Delgado (ex Banda del Pequeño Vicio, y también ex-Ley) y el ex bajista (La Ley) y actual guitarrista Luciano Rojas.

- Son tres músicos experimentados con una chica del circuito alternativo, comparables a Garbage, ¿nunca sintieron la tentación de hacer algo parecido a ellos?
Luciano: "Es que nunca nos pusimos la meta intencional de tener una formación así. Se dio no más".
Denisse: "A todos nos gusta mucho Garbage, eso es cierto. Cuando estaba en Turbomente, incluso me comparaban con ella".

- ¿Por qué?
Denisse: "Ni siquiera canto parecido. Lo que pasa es que aquí todas las minas cantan como niñitas, pero yo tengo una parada más agresiva. En todo caso, la música de Saiko va para otro lado muy distinto a Garbage".
Coti: "Igual, creo que ésta es una muy buena mezcla. Tres músicos experimentados..."
Luciano: "Casi vetustos..."
Coti: "Y una voz femenina atractiva, fresca y llena de energía".

- Iván, mientras la música de Saiko es muy sofisticada y estilizada, pareciera que las letras son lo más rockero que tiene el disco, muy intensas, incluso oscuras.
Iván: "Es básicamente poesía trasnochada. Al momento de hacer esas letras, yo pasaba por un período muy oscuro y creo que coincidió también con lo que yo veía que estaba pasando el Coti, que era un momento complicado".

- Coti, tomaste una decisión bien inusitada para la idiosincrasia chilena, que es reconocer muy abiertamente, en el libro "Cuerpos limpios", tus problemas con drogas.
"Sí. Otra de las razones por las que me fui de La Ley fue que yo no estaba en un estado de salud óptimo para resolver situaciones. Y como no estaba bien parado, consumía y consumía. Pero tenía que tratarme.Cuando estaba internado, conocí a León Pascal, que me contó que estaba haciendo un libro y colaboré con él contándole mi testimonio".

- ¿Cuáles son las expectativas del grupo? ¿Es un proyecto a largo plazo o una especie de exorcismo?
Coti: "Para mí, porque para cada uno significa una cosa distinta, Saiko representa una parte importante de mi sanación. Es la primera vez que toco y compongo completamente limpio, y es la primera vez que me siento plenamente orgulloso de lo que hago".

Pero, ¿como suena este disco?. Saiko, se encuentra en una esquina del pop totalmente opuesta a lo habitual. Tres tercios de sus integrantes provienen del new wave de los 80, y la vocalista hizo sus primeras armas en el circuito noise de la primera mitad de ésta década.
Grabado en Santiago, pero mezclado y masterizado en los estudios alemanes Sound N, el álbum "Informe Saiko" es un sofisticado compilado de ambientes electrónicos, guitarras etéreas, letras oscuras y bases trip-hop. Si bien canciones como "Happy Hour" evocan el pop de La Ley, el tono general es más denso y ambiental."Informe Saiko" (cuyo single "La Fábula" comenzó a difundirse la semana pasada en radio Rock & Pop y a contar de esta semana en otras emisoras) tiene fecha de lanzamiento para el 6 de diciembre, aunque el grupo ha comenzado a efectuar pequeñas presentaciones en vivo a modo de marcha blanca.

Julio Osses M.

Aparecido originalmente en Diario El Mercurio, Chile (15/nov/99)

http://www.saiko.cl

Luna In Caelo.

Nictofilia.

Este término que parece extraído de una novela de Lovecraft, es nada más que el amor a la oscuridad. En este caso, la tendencia hacia zonas poco iluminadas del corazón y la conciencia. Una predilección especial por la melancolía y la capitalización de la memoria.
A los miembros de Luna In Caelo no les parece apropiada la definición de grupo dark (literalmente "oscuro"), pero al mismo tiempo comprenden que es la bandera que mejor se ajusta a su sonido.

En vísperas del inminente e independiente debut discográfico del cuarteto, Daniel y Phillipe, guitarra y bajo respectivamente, las ofician de voceros.
Phillipe: "Lo que hacemos no es música feliz, pero tampoco diría que es dark puro. Las estructuras tienen bastante que ver con el pop".Daniel: "Lo que nos diferencia del dark es el uso que hacemos de la fórmula típica de ese género. No andamos predicando que la sociedad es una porquería y todo eso. La mayoría de los grupos dark son malos porque responden a una fórmula rígida. Tienen que vestirse de cierta manera, hacer tal tipo de canciones, etcétera. Yo entiendo que por una cosa externa lo primero que piensa la gente cuando escucha a Luna In Caelo, es en un grupo dark. Pero esa es solo la cáscara".

Todo partió en 1993. Daniel decidió unir su bucólica guitarra a las evocadoras vocalizaciones de Alejandra, que bautizó el naciente proyecto como Luna In Caelo (del latín, Luna en el Cielo), una frase con que suele abrir sus clases como historiadora. Durante un año, la banda se presentó como dúo, apoyándose en un flotante diálogo entre cuerdas y voz, y recurriendo en un par de ocasiones a bases programadas. Los deseos de expansión concluyeron con la incorporación de Phillipe en el bajo y Quique en la batería. "Teníamos ganas de agrandar la cosa, darle un sonido de banda", justifica Daniel. Aunque en la práctica, Luna In Caelo no reconoce mayor relación con el rock que la formación instrumental del género.

Phillipe: "No funcionamos como banda comercial. No tenemos manager, y no estamos metidos en el circuito habitual. Si no tocamos más, es porque no aparecen actuaciones interesantes".

¿Eso por alguna convicción en especial?
Phillipe: "Detrás de Luna In Caelo hay un concepto, una postura muy definida en torno a ciertos temas. Y eso incluye el asunto de no considerarnos una banda de rock propiamente tal. El formato sí lo es, aunque intentemos subvertirlo".

¿Ese concepto apunta a la música clásica?
Daniel: "Hay muchas formas de expresar una idea, a través de la dramaturgia, el cine, la música, la poesía, la danza o lo que sea. Nuestro soporte elegido es la música. Pero eso no implica involucrarnos con todo lo que rodea el hecho de estar en una banda. Es diíficil explicarlo, pero nuestra propuesta es mucho más libre y amplia que sólo ser un grupo de rock. Es una manera de expresar sentimientos desde la gráfica de los afiches a las canciones. No trabajamos con un discurso, como gran parte de las bandas lo hace. Más bien manejamos imágenes sensoriales".
Phillipe: "La motivación principal de lo que hacemos es evocar sentimientos en la gente, pero de una manera abstracta. Y fundamentalmente lo hacemos con la música".

El año pasado, el cuarteto decidió que ya era tiempo de registrar su vorágine estética y conceptual más allá de la breve aparición en el recopilatorio Encuentros Cercanos, donde comparten créditos con Shogún y Sien. El ofrecimiento original vino de Tito Aguirre, capo del sello independiente Crisis. Para la producción musical, contactaron a Cristián Heyne (bajista de Christianes y líder de Shogun), por afinidad artística y porque Disconegro (el debut de Shogún) también tuvo vocación independiente. Crisis Records se bajó del tren, pero mientras la banda ya había registrado demos con Marcelo Muñoz (bajista de Lucybell) y auguraba un conveniente acuerdo económico con los estudios Master, apareció cual superhéroe la silueta de Rolando Ramos, el alcantarilloso y casi apostólico propietario de Rolo Records, etiqueta que debutará en los proximos meses con Interno el primer engendro de estos Luna in Caelo.

Daniel: "Lo que nos gusta del disco es que sabemos que va a sonar muy Luna In Caelo. Con personalidad propia. No sé si va ser un disco grosso, pero al menos va a ser raro. Y en Chile, eso ya es algo".

Julio Osses M.

http://www.copesa.cl/subte/entrevista/entr26.html

http://www.lunaincaelo.cl/INFORMAC.HTM

Carlos Cabezas :

En este cuarto no entran balas.

La resolana del atardecer penetra la persiana en Cablesanto, el estudio de grabación de Carlos Cabezas en la calle Julio Prado, que más que sala ultra tecnológica y ascéptica, parece el austero taller de un pintor, si no fuera por la luz de la pantalla de un PC que domina la habitación, un pequeño locutorio con la típica ventana de vidrio y uno que otro cable disperso en el entorno.
Cabezas está satisfecho. Cabezas está muy activo. Cabezas está de vuelta. Ha plasmado una vez más en un disco ese estilo de cantar adormecido y ronco que él prefiere adjudicar a una temprana y profusa escucha de Leonardo Fabio y Adamo, aunque a uno el deseo de mitificar lo haga imaginar a un Cabezas new wave y existencialista, encerrado en algún tugurio posmo a mitad de los ?80, anestesiado con quizás qué, dándose a alto volumen baños negros de Bauhaus, Bowie, The Fall, Cabaret Voltaire y Joy Division. Y explica su estilo de escribir como un esfuerzo por hacer canciones como habla la gente. "En tu cuarto no entran balas...", "se acabó el marisco..." y otras frases del clásico "El Frío misterio" entrarían en esa lógica.

Vaya cosa. Cabezas está frente a esta grabadora porque es un disco nuevo con Electrodomésticos lo que se trae entre manos. "La nueva canción chilena" se llama escandalosamente el nuevo engendro de la banda paradigma de la vanguardia en la historia del rock chileno. Nadie, nunca, ha conseguido ser tan alternativo como los Electrodomésticos. Tan rematadamente cool y profundamente chileno a la vez. Bastaron dos discos y un puñado de shows conceptuales en el Garage de Matucana para que el mito germinara. Y el regreso del grupo, corregido y aumentado por tres nuevos integrantes, brillantes por si mismos, solo ha servido para desenterrar antiguas mitologías. E incluso para más, si contamos las 4 0 5 reposiciones de "La Nueva Canción Chilena" en las vitrinas de la Feria del Disco.
¿Qué opina Carlos Cabezas de todo esto?

"Parte fundamental de esta exposición que hemos tenido (con el nuevo disco) es que los Electro quedaron históricamente con una carga positiva, y eso se traduce en un interés de la gente por lo que vai a hacer ahora.(...). Hay un cariño de la gente que se hay mantenido en el tiempo, yo lo viví cuando saqué El Resplandor (n.de la r.: disco solista de Cabezas, de 1996). La gente se ha interesado, y quiero creer que es también porque llegamos a un buen resultado, con un diseño bueno, con una manera interesante de exponer el trabajo, el video que funciona bien... inconscientemente creo que ha habido una coherencia con el antiguo trabajo de los Electro. Aunque también puede tener que ver con que no hay mucho pasando tampoco".

Es curioso que bautizar este disco como "La nueva canción chilena", no haya provocado ningún tipo de escándalo fundamentalista...
(Risas de travesura) "Si, es que yo creo que se entiende que no hay ánimos fundacionales, que hay un humor que viene dado por todos los nombres de los discos que hemos hecho: "Viva Chile", "Carrera de éxitos"... Hay un juego con la grandilocuencia, de alguna manera tocar el tema de que la Nueva Canción Chilena en el inconsciente (colectivo) está relacionada con música folklórica chilena y la música que uno hace misteriosamente queda fuera de Chile... (risas) como que no fuera chilena. Entonces, nosotros hacemos canciones, el disco está bien concentrado en el tema de hacer canciones..."

Pensando en que cambió la fórmula, ahora Electrodomésticos es una banda y antes fue un trío conceptual ... ¿Está bien decir que hay continuidad con el pasado?
"Yo creo que hay continuidad. Lo que pasa es que en la perspectiva del tiempo, es muy vistoso el primer disco que hicimos: era bien conceptual, Silvio y Ernesto <<>> eran estudiantes de arte... pero el segundo disco ya indagaba en el formato canción, entonces cualquier extrapolación que se hubiera hecho en ese momento podría haber caído en lo que estamos haciendo ahora, con todo lo que hemos vivido y aprendido en términos musicales. Ahora, no somos tan ingenuos como cuando hicimos el primer disco, que no sabíamos nada de música. Teníamos las primeras baterías programables, en que venían los cuatro cuartos <<>>, y no sabíamos ni que significaba, entonces metíamos el numerito más bonito... que sé yo... diecisiete novenos. El Cuti (Aste, miembro titular de la formación actual) hacía el otro día unos análisis en que decía que éramos adelantadísimos para la época, y describía unos acordes abiertos de los primeros discos, y qué se yo... (risas). La realidad era que donde cayera el dedito y lo sintieras bien no más, ahí quedaba".

Dieciséis eran las canciones listas para este disco, que en la lista final se redujo a sólo diez, incluyendo "Bello atardecer", compuesta prácticamente entrando al estudio de grabación.

"El tiempo que pasamos juntos es lo que generó gran parte de la música", confiesa Cabezas con voz emocional, explicando asi su fórmula para envejecer en la vanguardia, sin perder el touch. "Uno puede pensar que el trajín de la vida te enseña a olvidarte de tus ideales más primarios. Yo (como productor musical) he hecho música para publicidad y toda esa clase de cosas que se supone que ensucian tu originalidad. Pero por algún motivo no pasó. Hay una cosa de honestidad, de riesgo en la que seguimos creyendo..."

Sentir que si ustedes conservan y creen en eso, se va a traspasar a la gente,¿no?...
"Exactamente"

Julio Osses M.



http://www.elsacrificio.cl/canales/contenidoArticulo.cfm?idart=17483