Friday, July 01, 2005

Carlos Cabezas :

En este cuarto no entran balas.

La resolana del atardecer penetra la persiana en Cablesanto, el estudio de grabación de Carlos Cabezas en la calle Julio Prado, que más que sala ultra tecnológica y ascéptica, parece el austero taller de un pintor, si no fuera por la luz de la pantalla de un PC que domina la habitación, un pequeño locutorio con la típica ventana de vidrio y uno que otro cable disperso en el entorno.
Cabezas está satisfecho. Cabezas está muy activo. Cabezas está de vuelta. Ha plasmado una vez más en un disco ese estilo de cantar adormecido y ronco que él prefiere adjudicar a una temprana y profusa escucha de Leonardo Fabio y Adamo, aunque a uno el deseo de mitificar lo haga imaginar a un Cabezas new wave y existencialista, encerrado en algún tugurio posmo a mitad de los ?80, anestesiado con quizás qué, dándose a alto volumen baños negros de Bauhaus, Bowie, The Fall, Cabaret Voltaire y Joy Division. Y explica su estilo de escribir como un esfuerzo por hacer canciones como habla la gente. "En tu cuarto no entran balas...", "se acabó el marisco..." y otras frases del clásico "El Frío misterio" entrarían en esa lógica.

Vaya cosa. Cabezas está frente a esta grabadora porque es un disco nuevo con Electrodomésticos lo que se trae entre manos. "La nueva canción chilena" se llama escandalosamente el nuevo engendro de la banda paradigma de la vanguardia en la historia del rock chileno. Nadie, nunca, ha conseguido ser tan alternativo como los Electrodomésticos. Tan rematadamente cool y profundamente chileno a la vez. Bastaron dos discos y un puñado de shows conceptuales en el Garage de Matucana para que el mito germinara. Y el regreso del grupo, corregido y aumentado por tres nuevos integrantes, brillantes por si mismos, solo ha servido para desenterrar antiguas mitologías. E incluso para más, si contamos las 4 0 5 reposiciones de "La Nueva Canción Chilena" en las vitrinas de la Feria del Disco.
¿Qué opina Carlos Cabezas de todo esto?

"Parte fundamental de esta exposición que hemos tenido (con el nuevo disco) es que los Electro quedaron históricamente con una carga positiva, y eso se traduce en un interés de la gente por lo que vai a hacer ahora.(...). Hay un cariño de la gente que se hay mantenido en el tiempo, yo lo viví cuando saqué El Resplandor (n.de la r.: disco solista de Cabezas, de 1996). La gente se ha interesado, y quiero creer que es también porque llegamos a un buen resultado, con un diseño bueno, con una manera interesante de exponer el trabajo, el video que funciona bien... inconscientemente creo que ha habido una coherencia con el antiguo trabajo de los Electro. Aunque también puede tener que ver con que no hay mucho pasando tampoco".

Es curioso que bautizar este disco como "La nueva canción chilena", no haya provocado ningún tipo de escándalo fundamentalista...
(Risas de travesura) "Si, es que yo creo que se entiende que no hay ánimos fundacionales, que hay un humor que viene dado por todos los nombres de los discos que hemos hecho: "Viva Chile", "Carrera de éxitos"... Hay un juego con la grandilocuencia, de alguna manera tocar el tema de que la Nueva Canción Chilena en el inconsciente (colectivo) está relacionada con música folklórica chilena y la música que uno hace misteriosamente queda fuera de Chile... (risas) como que no fuera chilena. Entonces, nosotros hacemos canciones, el disco está bien concentrado en el tema de hacer canciones..."

Pensando en que cambió la fórmula, ahora Electrodomésticos es una banda y antes fue un trío conceptual ... ¿Está bien decir que hay continuidad con el pasado?
"Yo creo que hay continuidad. Lo que pasa es que en la perspectiva del tiempo, es muy vistoso el primer disco que hicimos: era bien conceptual, Silvio y Ernesto <<>> eran estudiantes de arte... pero el segundo disco ya indagaba en el formato canción, entonces cualquier extrapolación que se hubiera hecho en ese momento podría haber caído en lo que estamos haciendo ahora, con todo lo que hemos vivido y aprendido en términos musicales. Ahora, no somos tan ingenuos como cuando hicimos el primer disco, que no sabíamos nada de música. Teníamos las primeras baterías programables, en que venían los cuatro cuartos <<>>, y no sabíamos ni que significaba, entonces metíamos el numerito más bonito... que sé yo... diecisiete novenos. El Cuti (Aste, miembro titular de la formación actual) hacía el otro día unos análisis en que decía que éramos adelantadísimos para la época, y describía unos acordes abiertos de los primeros discos, y qué se yo... (risas). La realidad era que donde cayera el dedito y lo sintieras bien no más, ahí quedaba".

Dieciséis eran las canciones listas para este disco, que en la lista final se redujo a sólo diez, incluyendo "Bello atardecer", compuesta prácticamente entrando al estudio de grabación.

"El tiempo que pasamos juntos es lo que generó gran parte de la música", confiesa Cabezas con voz emocional, explicando asi su fórmula para envejecer en la vanguardia, sin perder el touch. "Uno puede pensar que el trajín de la vida te enseña a olvidarte de tus ideales más primarios. Yo (como productor musical) he hecho música para publicidad y toda esa clase de cosas que se supone que ensucian tu originalidad. Pero por algún motivo no pasó. Hay una cosa de honestidad, de riesgo en la que seguimos creyendo..."

Sentir que si ustedes conservan y creen en eso, se va a traspasar a la gente,¿no?...
"Exactamente"

Julio Osses M.



http://www.elsacrificio.cl/canales/contenidoArticulo.cfm?idart=17483

0 Comments:

Post a Comment

<< Home